Con el paso del tiempo, la piel va perdiendo su capacidad de regenerarse y de producir algunas sustancias como el colágeno, la elastina y el ácido hialurónico; por tanto, pierde vitalidad, elasticidad e hidratación, lo que favorece la aparición de arrugas y otros signos de envejecimiento cutáneo como la flacidez.
Factores Desencadenantes o Precipitantes
Existen factores que predisponen más o menos a la aparición de arrugas. Algunos de estos factores dependen del individuo y otros son externos.
- El Envejecimiento: determinado por la genética y el paso del tiempo.
- Los estados hormonales: el número de embarazos y la pérdida de estrógenos durante la menopausia están estrechamente relacionados con el envejecimiento cutáneo.
- El sol: la radiación ultravioleta es una de las principales causas del envejecimiento cutáneo, favorece el daño del ADN y por tanto la perdida de la capacidad de regeneración y reparación celular. La gravedad causada por el fotodaño varía según el tipo de piel y la capacidad que tenga para broncearse.
- El tabaco: el humo del cigarrillo es un potente oxidante. Aumenta la producción de radicales libres de oxigeno, lo que favorece la degradación de colágeno y otras proteínas. Además, está implicado en la incidencia de algunas enfermedades cutáneas como acné, psoriasis, dermatitis atópica, perdida del cabello y cáncer de piel.
- La contaminación: al igual que el tabaco, daña la piel al inducir un estrés oxidativo, con producción de radicales libres de oxígeno.
Además, se han descrito otros factores que favorecen el envejecimiento cutáneo, como el estrés, los malos hábitos de alimentación y la falta de sueño.
Tipos de Arrugas
Las arrugas pueden ser finas, si son menores de 1mm o gruesas, si tienen un diámetro y profundad mayor. También pueden clasificarse en dinámicas o estáticas. Consideramos arrugas dinámicas a las arrugas que aparecen con los movimientos de la cara, como sonreír, enfadarse, estar triste o sorprenderse. Con el paso del tiempo estas arrugas dinámicas se convierten en arrugas estáticas; es decir, serán notorias con el rostro en “reposo”.
Cómo combatir las arrugas
El paso del tiempo es un proceso normal e inevitable y el envejecimiento está estrechamente relacionado con la carga genética. Sin embargo, para combatir los factores externos que contribuyen a acelerar este envejecimiento y la aparición de arrugas, tenemos a la mano múltiples armas.
En cuanto a las arrugas dinámicas, sin duda el gold estándar para su tratamiento y prevención es la toxina botulínica. Cuando relajamos el músculo que produce la arruga o línea de expresión, ésta no aparecerá y a medida que pasa el tiempo será menos notoria. Cuando las arrugas son profundas, además de la toxina botulínica, el ácido hialurónico es un complemento ideal para “rellenar” e hidratar la zona afectada. Mediante mesoterapia y microneedeling podemos aplicar antioxidantes, oligoelementos, ácido hialurónico y otros micronutrientes para ayudar a la piel en la síntesis de colágeno y elastina y combatir los efectos del sol y los radicales libres, ayudando de esta forma a prevenir y tratar la aparición de líneas de expresión.
Se ha demostrado que las breves exposiciones diarias a la radiación ultravioleta aumentan el promedio de exposición a luz, y por tanto los daños que causa sobre la piel. Por esta razón la protección solar diaria incluso en invierno es muy importante a la hora de prevenir la aparición de arrugas y otros signos de envejecimiento cutáneo como las manchas o léntigos.
Es importante evaluar las características y situaciones individuales en cada paciente para determinar el tratamiento más adecuado y obtener así los mejores resultados. Cualquier tratamiento debe ser asesorado e indicado por un profesional de la Medicina Estética.